martes, 8 de noviembre de 2011

Tintín y EI Secreto del Unicornio: El Nuevo T-Rex de Spielberg


Cumpliendo lo prometido a @manuandorra, reabrimos el Circo y les contamos que hemos visto "Las Aventuras de Tintín: El Secreto del Unicornio", una película que teníamos ganas de ver y no ver a partes iguales: De todos es sabido lo que Spielberg hace con las adaptaciones de los best sellers, de la obsesión que tiene por judaizar y robotizar a sus personajes, pero también de su sentido del espectáculo, de lo mágico, de lo cómico, como José Luis Moreno pero en tono beige caza y con más presupuesto... El caso es que tras el auténtico truño que supuso "Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal" nos temíamos lo peor, pero no, aquí no está George Lucas para echarlo todo a perder, y Peter Jackson parece haberse moderado un poco con su megalomanía y no ha metido diplodocus a lo ganadería de Dolores Aguirre por la Calle Estafeta de Pamplona un 7 de Julio... La crítica tenemos que dividirla en dos partes, porque sí, merece la pena rascarse el bolsillo para verla, pero no todo son cosas buenas, no tiene las 5 estrellas que le dan por todos lados, y los puristas deben estar que trinan con el resultado final después de tantos años... Allá vamos:

La película, como película, es una obra de arte. Y punto. No tiene nada que se pueda repochar; abandonada la idea de contar con personas de carne y hueso, como por ejemplo con Jude Law en el personaje protagonista (idea que creemos se desechó porque iba entrando en años y tenía más entradas que el estadio de Maracaná) se optó por la animación con sensores, ésa que destrozó el mito de "Beowulf" con Angelina Jolie... y con Andy Serkis, consagrado como actor virtual, como Ray Liotta caracterizando a Tony Vercetti en "GTA Vice City". Recuperando el más puro estilo de Indiana Jones, Spielberg vuelve a los orígenes aventureros sin más pretensiones, el tipo de aventura ochentera, de Indie, "La Joya del Nilo" y otras tantas, sin GPS, con armas antiguas y mapas del tesoro... Un auténtico soplo de aire vintage animado con persecuciones, peleas, golpes de efecto y giros de guión...

...y ahí es donde pincha el director, porque se ha querido hacer un película tan entretenida que se han pasado el cómic por el forro de los caprichos, y la historia recuerda mucho más a "El Cangrejo de las Pinzas de Oro" que a "El Secreto del Unicornio" y el Capitán Haddock ha quedado como un bombón: Rellenito de licor (esto, en teoría, es cierto, pero si han leído las viñetas verán que no se alcanzan esos extremos), pero sin embargo, Milú es el auténtico secundario. Nominación al Óscar a su doble sensorizado ya. De las actuaciones, en general, no creemos que se pueda decir nada, por mucho Jamie Bell y mucho Daniel Craig que haya, ya que animando lo animado de por sí puedes caer en tirolina con una moto que se va desmontado a cada centímetro que se desliza por la cuerda... Sin embargo, sí que respeta y clava las historias paralelas surgidas en el cómic, y eso nos ha encantado, ver lo del carterista es algo que nos ha sorprendido muy gratamente. El tándem Jackson/Spielberg funciona, con sus cosillas, pero funciona. Es el inicio de una franquicia inagotable por obra y gracia de la animación digital.

Así que sí: Spielberg lo ha logrado: Tintín (y sus fabulosos títulos de crédito/homenaje) es un taquillazo en toda regla, como los que solía lograr con sus dinosaurios y sus tiburones, con su música de John Williams y con los ojos puestos en los Oscars en el apartado técnico... Rey Midas de Hollywood en estado puro y con juguetito nuevo dispuesto a compartirlo con el público, y eso es algo que siempre se agradece en unos tiempos en los que el cine deja de ser cine para convertirse en carne de descarga por no atraer los suficiente o esperarte lo peor a cambio de 10 euros la entrada.

Hala, hala, mañana más...

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